sábado, 1 de noviembre de 2008

Texto para el blog...

Hola Ale y hola todos...
Les mando una foto y un texto, creo que tiene que ver con lo que estuvimos hablando el fin de semana, digamos que el auto del que se trata el artículo es el ideal de un bárbaro civilizado. Espero que les guste. Un abrazo. Mariana Costa.
 
El de la fotografía es un auto Mercedes Benz, SL 500 recubierto con 200.000 cristales de Swarovski.
Expuesto en el SEMA Show de Las Vegas, que algunos califican como ¨el salón de los excesos¨.
 
Noviembre de 2008/ El mundo está ¨para atrás¨, (como dicen mis alumnos…), este tipo de noticias, en la situación de crisis generalizada muestra que el pozo es más profundo de lo que se cree. Recordé un texto de Munari, que comparto a continuación.

Bruno Munari, en el libro ¿Cómo nacen los objetos?. Apuntes para una metodología proyectual. 1981, Edit. Gili. Incluye un texto que se titula El lujo.


El lujo es una manifestación de la riqueza incivil que quiere impresionar a quien se ha quedado pobre. Es la manifestación de la importancia que se le da a todo lo exterior y revela la falta de interés por todo lo que es elevación cultural. Es el triunfo de la apariencia sobre la sustancia.
El lujo es una necesidad para mucha gente que quiere tener una sensación de dominio sobre los demás. Pero los demás si son personas civiles saben que el lujo es ficción, si son ignorantes admirarán y tal vez hasta envidien a quien vive en el lujo. Pero
¿a quién le interesa la admiración de los ignorantes?. Quizás a los estúpidos.

De hecho el lujo es una manifestación de estupidez.
Por ejemplo:¿para qué sirven los grifos de oro?, si por esos grifos sale un agua contaminada, ¿no sería más inteligente, por el mismo precio, instalar un depurador de agua y tener unos grifos normales?.
El lujo es pues la utilización impropia de materiales costosos sin mejorar sus funciones.
Por tanto, es una estupidez.

Naturalmente el lujo está relacionado con la arrogancia y con el dominio sobre los demás. Está relacionado con un falso sentido de autoridad. Antiguamente la autoridad era el brujo que tenía aderezos y objetos que solo él podía poseer. El rey y los poderosos se vestían con costosísimos tejidos y pieles. Cuanto más sumido en la ignorancia se tenía al pueblo más rodeada de riquezas se mostraba la autoridad. Y todavía hoy se producen en muchas naciones estas manifestaciones de apariencia milagrosa. A la vez, sin embargo, entre la gente sana va ganando terreno el conocimiento de la realidad de las cosas y no su apariencia. El modelo ya no es el lujo y la riqueza, ya no es tanto el tener como el ser. A medida que desciende el analfabetismo la autoridad aparente disminuye y en lugar de la autoridad impuesta se considera la autoridad reconocida. Un cretino sentado en un trono tal vez podía sugestionar en el pasado, pero hoy, y sobre todo mañana, se espera que deje de ser así. Desaparecerán los tronos y los lujosos sillones para los dirigentes impuestos, los decorados especiales para los mandatarios, los estrados de lujo levantados sobre tarimas de caoba, los oropeles, los graderíos y todo lo que sirva para sugestionar.

En fin, quiero decir que el lujo no es un problema de diseño.

3 comentarios:

Gabi dijo...

Muy interesante lo planteado... la parte que más me gustó es de que sirve un grifo de oro si el agua está contaminada? Creo que continuamente y más aún con los avances tecnológicos, telefono con navegador satelital de última generación más giróscopo y acelerómetro... la pregunta es cuantos de los que tienen un celular así realmente lo necesitan?... una pregunta interesante es ... qué necesito? y recién ahi ver de lo que hay en el mercado que cubre esa necesidad... Hay que estar atento para no caer, tal vez ninguno de nosotros caiga en la del Auto con Cristales pero hay autitos y cristalitos en muchas de las cosas que nos rodean.... Muy bueno el post...
Saludos
Gabi

Anónimo dijo...

Cierto... lo interesante del marketing, es que busca bloquear los argumentos racionales y generar solo impulsos de compra, por lo cual usa las debilidades del ser humano; llamadas tmb "tentaciones".
Creo que el consumidor(o sea la persona que decide comprar y/o consumir) es cada vez mas debil frente al bombardeo de ofertas, eso les conviene a los que venden pero el gran daño colateral de todo esto que el consumidor y la persona nunca se separan y se crea un ciudadano debil que cree estar atado y en su afan de "diferenciarse" compra cosas inutiles y llamativas para obtener reconocimiento social y luego las justifica de las formas que puede.

El diseño en si no es ni bueno ni malo, puede gustar o no, pero el diseño a esta altura es una herramienta para provocar impulsos rapidos eficaces y que puedan dar ese reconocimiento o ese valor agregado a las personas. No es casual que en los ultimos años se hable de ropa de diseñador, comida de autor, de industrias creativas y todo eso. Otra vez mas el mercado lo devora todo, dejando hasta lo mas puro como el arte opacado a un costo monetario o estrategia de venta.

Saludos. Horacio.
(a la deriva)

Anónimo dijo...

despilfarros de barbaros civilizados.... que tengo de barbaro civilizado yo ???